Narra
Carla
Ya
era Lunes, lo que suponía que el infierno había empezado de nuevo,
y ahora me encontraba allí. Concretamente en clase de Historia.
Después de todo lo que había pasado el Viernes no quería volver a
tener otra fiesta en mucho.. Con mi prima ni siquiera nos mirábamos,
con Louis, lo normal, con Niall nada ni tampoco tenía interés y con
Harry tampoco me hablaba, habíamos discutido porque cuando Sonia se
fue de la habitación quería que siguiéramos con lo que estábamos
pero yo me opuse y ahora ni nos mirábamos. Y bueno, ahora es cuando
me daba cuenta de lo sola que estaba, sin nadie con quien hablar o
por lo menos discutir.
Ya
había llegado el recreo y estaba en un banco yo sola con las piernas
encima de este mientras veía a todo el mundo riendo, bromeando,
abrazando o queriendo, mientras que yo, sola y amargada con mi
adicción al alcohol y a las drogas. Me extrañó que Niall no
viniese como siempre a hablarme, pero era norma por lo mal que le
había tratado en la fiesta.
Veía
a chicas que me miraban y hablaban en bajo, en otros momentos me
hubiese levantado y les hubiese arrancado la cabeza, pero hoy era
diferente, hoy estaba "plof", sin ganas de nada..
-Eh,
Stone- gritó Tom, era uno de los que siempre estaban con Harry y de
los "populares".
-Qué
quieres.
-¿Te
has enterado de lo que hizo tu queridísimo Styles en la fiesta de tu
casa?- le miré extrañada pero no me dijo nada ya que se fue riendo.
Sería imbécil. Ahora mismo tenía que ver qué había hecho Harry.
-Eh,
vosotras- le dije a las chicas que antes me miraban- ¿Podéis
decirme qué hizo Harry Styles en la fiesta del Viernes?- una de
ellas rió.
-Vaya,
lo sabe todo el instituto menos la cornuda- levanté una ceja ante su
contestación.
-¿A
qué coño te refieres?
-A
que Harry se acostó con otra ese día, cuando tu le dijiste que no-
mi cara fue un poema al escuchar esas frases, y sí, me dolieron un
poco.
Todo
el estado "plof" que tenía antes se había ido a la
mierda. Me sentía humillada y con demasiada rabia por dentro. Que
sí, que Harry y yo no éramos nada, pero aún así, me debe un poco
de respeto, ¿no?
Fui
toda decidida hasta el campo donde jugaban siempre fútbol para
dejarle las cosas claras.
-¡Harry!-
grité y me miró. Con un gesto me preguntó que quería- Que vengas,
joder- miró a uno de sus amigos y sonrió levemente. Será idiota.
-¿Qué
pasa?- preguntó mientras me cogía por la cintura.
-Ni
se te ocurra tocarme- dije mientras sacaba sus manos de mi cintura-
Eres un cerdo y un gilipollas.
-¿Pero
qué pasa?
-¡¿Cómo
que qué pasa?! ¿Te crees que soy una estúpida a la que puedes
engañar así como así? ¡Porque no, no lo soy!
-Ya
te has enterado.. Yo.. Carla, lo siento mucho, pero tienes que
entenderme.
-¿Entender
qué?
-Que
estaba borracho, no me controlé y joder, tenía muchas ganas de
acostarme contigo pero te enfadaste por lo de Sonia y bueno, pasó lo
que pasó.
-Y
por eso vas y matas tus ganas con la primera zorra que ves.
-No,
Carla..
-Mira,
Harry, ¡vete a la mierda! No sé que coño teníamos pero hasta aquí
llegó, eres un idiota asqueroso- le empujé y me fui porque ya era
la hora de entrar a clases. Qué rabia tenía, joder.
Narra Sonia
Lunes
y todo había vuelto a la normalidad después de lo sucedido el
viernes ni Carla ni yo nos dirigíamos la palabra, ni siquiera nos
mirábamos y mejor así. Al llegar a Clase fui directa a mi asiento,
levanté la mirada y vi a Liam, el cual sonrió al verme y vino hacía
mi.
-Sonia
¿puedo hablar contigo?- dijo con una sonrisa en la boca y haciendo
un gesto para ir hacía otro lugar
Claro-
estoy segura que pudo notar como se me iluminó la cara la decirme
eso, hacía tiempo que alguien de clase se dirigía a mi para algo
que no fueran deberes o estrictamente necesario. Fuimos a una zona de
la clase en la que podíamos estar solos hablando
-¿Que
te pasó el Viernes? Lo estábamos pasando bien ¿no?, al menos yo
-Yo
también Liam en serio, solo que no me encontraba muy bien y preferí
ir a dormir
-Pero...¿te
molestó algo? no sé, puedes decírmelo
-No,
no, en serio. no quería que se sintiera mal, cuando en realidad él había sido lo único bueno que había sacado de esa fiesta-
Seguramente fue algo que me sentó mal, o que el alcohol subió
demasiado rápido, sabes que no estoy acostumbrada
-Va
Sonia, algo pasó cuando subiste a cambiarte- claro que había pasado
algo, pero si le contaba a Liam que me había encontrado a mi prima y
a Harry a punto de.....Carla iba a cortarme el cuello
-Bueno
en realidad tuve una pequeña discusión con mi prima, pero nada
importante, siempre estamos igual y no sé no me apetecía amargarte
la fiesta
-No
lo hubieras hecho- esto,estaba siendo demasiado, notaba como mis
mejillas ardían, por suerte el profesor de historia entró en clase
y tuvimos que volver a los asientos.
Al
fin llegó la hora del recreo y esta vez iba a ser valiente, no iba a
quedarme sola en mi sitio de siempre, fui primero a la cafetería a
por algo de comer y luego salí decidida a pasar un rato con Liam.
Pero
al poco tiempo de ir hacía allá me arrepentí de haberlo hecho,
liam estaba en un banco de madera con una morena sentada en su
regazo, la chica jugaba con su pelo y Liam sonreía achinando los
ojos como siempre hacía. ¿Como había sido tan ilusa?, pensé,
¿como había podido creer que Liam de verdad quería acercarse a
mi?. Por suerte mi iPod seguí en el bolsillo de mi chaqueta, me puse
los dos auriculares y me fui a mi rincón, estaba echa polvo, no
sabía como sentirme, pero estaba enfadada conmigo misma, enfadada
por haber vuelto a caer en esto, pero ¿porque? ¿porque se interesó
en mi? ¿porque pasó esa noche divirtiéndose en la fiesta, conmigo y
solo conmigo en lugar de con sus amigos? La respuesta era clara, al
menos en mi mente, se aburría y yo solo fui su entretenimiento del
momento. vi como en las pistas de fútbol se montaba revuelo, y al
levantar la vista me di cuenta de que mi visión era borrosa por las
lágrimas, me quité las gafas y me aseguré de que ninguna de ellas
caía, no iba a dejar que me vieran así, no otra vez. En la pista
veía a mi prima hablando con Harry, pero sinceramente me importaba
poco y menos ahora, así que me levanté y me dirigí a clase incluso
antes de que sonara el timbre.
Narra
Carla
El
infierno había acabado menos mal, y tan infierno, hoy había sido
uno de los peores días. Maldito Harry y toda su vida. Negué con la
cabeza ya que no quería pensar en eso de nuevo. Ahora estaba en el
salón estudiando matemáticas ya que pasado mañana teníamos examen
y sino aprobaba la profesora ya me había dicho las consecuencias, y
no quería que nada de eso pasara. Aún así no entendía nada, las
derivadas eran horribles y no había quien las entendiera. Necesitaba
ayuda con esto, y tenía dos opciones, pero no eran buenas.. Pero
bueno, me daba igual así que me levanté y subí las escaleras hasta
mi habitación donde estaba Sonia estudiando como una friki.
-Sonia..
-¿Que?-
sonó borde y ni siquiera levantó la cabeza de sus apuntes
-Eeh,
es que.. necesito ayuda con mates.
-¿No
era Niall tu profesor particular? Pues llámalo
Suspiré.
Estaba siendo muy insoportable y ya me estaba hartando un poquito.
-No
quiero hablar con él. ¿Puedes ayudarme?
-No,
yo también estoy estudiando
-Joder,
Sonia, es una duda.
-Carla,
déjame tranquila
Me
fui de la habitación dando un portazo. Es idiota, con pensar un poco
en los demás no le hubiese pasado nada, joder.
Volví
de nuevo al salón y vi que tenía muchísimos mensajes de Harry. Los
borré sin siquiera leerlos y tiré lejos el móvil. No quería
volver a suspender.
-¡Louis!-
exclamé al verle pasar por el salón.
-¡Carla!-
imitó mi mismo tono de voz haciéndome reír- ¿Qué pasa?
-¿Te
acuerdas de las derivadas? No tengo ni idea y el examen es pasado
mañana.
-Bua,
derivadas.. Saqué un cinco y copiando, así que..- rió y negué con
la cabeza.
-Vale,
gracias igual, Lou- me senté y mi última opción era Niall. No
quería, joder, no me quería arrastrar para pedir ayuda, pero era lo
único que podía hacer si quería sacar por lo menos un cinco. Cogí
mi móvil, busqué su número, lo pensé mil veces y marqué.
-¿Sí?
-Hola,
Niall..
-¿Carla?
¿Qué pasa, qué quieres?- sonaba borde, y era normal.
-Niall,
yo es que.. necesito ayuda con las matemáticas. No entiendo nada,
nadie me puede ayudar y no quiero suspender. Sé que no querrás
verme pero necesito tu ayuda, por favor- él no hablaba nada lo que
hacía que me pusiera más nerviosa- ¿Niall?
-Te
he oído..- suspiró- En diez minutos estoy en tu casa- y colgó.
Sonreí victoriosa y me senté en la mesa a esperarle.
Narra
Sonia
Llevaba
toda la tarde inmersa en el maravilloso mundo de las derivadas,
notese la ironía, aunque en realidad ya había hecho casi todos los
ejercicios del libro y me salía, pero para mi nunca era suficiente,
mi inseguridad me hacía seguir hasta que todo estuviera perfecto y
aun así sentía que algo iría mal y de todas maneras esta era la
única forma de no pensar en lo que había pasado esa misma mañana
con Liam. Escuché el timbre y bajé a abrir, pero se me adelantaron,
vi como Carla abría la puerta y entraba Niall, no me lo podía
creer, tenía a todos los tíos besandole los zapatos, parece ser que
ya se había cansado de Harry, ya lo había utilizado ahora era el
turno de su próxima presa
-¿Que
haces aquí parada enana?- No me había dado cuenta de que me había
quedado parada mirando la escena, pero ya estaba mi hermano allí
para sacarme de mi estado de hibernación temporal
-¿Yo?
Nada escuché la puerta, pero ya abrió Carla
-¿Quien
era?
-Niall,
habrá venido a ayudarle con el examen de mates- dije y me di media
vuelta para volver a mi habitación, mi hermano me siguió y entró
también a la habitación tirándose en plancha a mi cama
-Lou
tengo que estudiar- le dije mirándole con cara seria e insinuando
que se fuera
-Lo
sé, tienes un examen de derivadas pasado mañana
-Exactamente
¿y tu desde cuando te sabes mi agenda de exámenes?
-Nah,
no me la sé, antes Carla me pidió ayuda
-¿Ayuda
a ti?- me reí- ¿con las matemáticas? con razón llamó a Niall
-Oye
hermanita no te pases. Lo que no entiendo es porque no te la pidió a
ti
-Si
que lo hizo- dije girando mi silla y agachando la cabeza mirando mis
apuntes
-Soni,
habíamos quedado en que ibas a ayudarla un poco
-Mira
Lou, ya no puedo ayudarla mas, lo he intentado, te lo juro, pero es
insoportable- Lou se levantó de la cama y se dirigió a la puerta
-Soni
deberías conocerla mejor- pues muy bien, me decía eso y se iba,
ahora me quedaba yo mal y dándole vueltas a la cabeza.
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